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Aventuras en la Ciudad Parte 1  

NatalyVolk 29T
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1/19/2020 10:29 pm

Last Read:
1/19/2020 10:44 pm

Aventuras en la Ciudad Parte 1

Sola en enero, las sabanas no logran complacerme, me miro en el espejo y solo encuentro la silueta de esta chica desesperada.

No hay nadie en casa, creo que debería aprovechar para complacerme estos días. Tomo una ducha con agua caliente y depilo mi piel al detalle, suave como a mí me gusta, en el calor de la ducha mi larga cabellera, no puedo evitar tocarme el pecho, ansió volver a ser esa mujer.

Al salir de la ducha, seco mi piel con mi toalla rosada y me la enredo en mi cabeza, para después ponerme esta crema que compre con aroma femenino por todo mi dulce cuerpo, la suavidad de mis piernas es indescriptible.

Salgo del baño completamente desnuda y fresca, paseando por mi casa sin importarme si hay alguien que pueda observarme por las ventanas, mientras me dirijo a la cocina por un bocadillo, una deliciosa salchicha de jamón en mis labios. Deseo la textura de la virilidad de un hombre que me haga suya.

Mis maneras se vuelven más y más obscenas con cada movimiento de mi lengua alrededor de ese falo comestible. Aun estoy a tiempo de detenerme, subo a mi cuarto y abro la puerta, con anticipación tengo preparado todo lo que usare este día.

Sostén y pantaleta de encaje en color negro con violeta, mi siempre confiable corset morado, un ligero negro y mis medias en red, mi blusa blanca y mi falda negra, junto con mis botines favoritos. Comienzo a vestirme poniéndome las medias lentamente, pues disfruto su contacto sobre mis piernas, temo que las prisas puedan estropear mis divinas medias, por lo que decido tomarme mi tiempo, después procedo a colocarme el ligero enganchándolo firme a las orillas con encaje de mis medias.

Miro mi suave trasero y me subo a mi cama para colocarme poco a poco mi pantaleta, para esconder mi pequeño pene de princesa entre mis piernas preciso de delicadeza. Amo estas sensaciones, me coloco ese hermoso sostén negro y violeta copa D sobre mi pecho, sintiendo ese amoroso abrazo que solo un chica puede sentir de su propia ropa intima.

Estilizo mi cintura con el corset para proceder a ponerme la blusa blanca con su amplio escote, con la falda término el trabajo de vestirme, pero mi parte favorita de la vida aparece. Es hora de maquillarme, para sintonizar suelo usar ese tono de ojos vampíricos y seductores con mis labios guinda oscuro, mirarme frente a todos mis secretos hace que me enamore mas de mi misma cada día.

Con el peine y cepillo arreglo mi cabello negro, dándole el toque final de belleza a esta figura femenina llamada Natalia. Cuando nadie está en casa me coloco mis accesorios, una gargantilla negra y mis pulseras, pinto mis uñas de un color que convine con mi ropa intima, para finalizar uso unas lentes de contacto en color verde.

"He quedado hermosa" este momento es la prueba de fuego para mí misma, pues mi parte masculina desea violarme, quiero aprovecharme de mi misma y arrancarme la ropa, tan solo desvestirme un poco para darme placer, sin embargo mi objetivo es otro completamente diferente.

Miro una película romántica acostada en mi cama y siento la respiración en mi pecho, mientras practico mi voz femenina criticando a los personajes, ¡en realidad deseo sentir placer!

Sin contenerme más y aun siendo una linda mañana, salgo de mi casa por la puerta de enfrente con completa naturalidad, pues si me vieran pocos podrían reconocerme. Subo a mi auto, un Avenger negro con asientos de cuero y conduzco saliendo a la carretera a toda velocidad, con música de blues, no me doy cuenta que un federal de caminos me persigue.

-¿por qué tanta velocidad señorita? ¿A dónde se dirige?
-voy a la ciudad, solo que estoy algo emocionada.
-me permite su licencia.
-por supuesto oficial.

Saco de mi bolso mi cartera y mi labial, esperando que me dejara salir solo con una advertencia o con mi respectiva multa.

-¿es la licencia de su esposo?
-no sé, ¿le parece mi esposo?
-¿su hermano?
-soy yo oficial, esa es mi licencia,
-¿pero...?
-lo sé, tal vez haya una forma en la que podamos arreglarnos oficial, dígame ¿usted tiene esposa?
-soy soltero.
-que le parece si dejamos la multa para otra ocasión, voy a Chihuahua, déjeme su número y ya veremos después como nos arreglamos, ¿le parece?
-baje del vehículo por favor.

Hice lo que me ordeno solo para agarrarlo de la solapas y darle el beso más sensual y romántico de mi arsenal, sentí como me tomaba de la cintura y como su miembro se restregaba sobre mi falda, cuando nuestros labios se separaron el pudo oler mi suspirante aliento pidiendo más.

-si lo hacemos ahora, no sería tan especial como si lo hiciéramos a las 10 en un hotel.
-déjame tu numero.
-me llamo Natalia.

De mi sostén saque mi tarjeta de sitas como psicóloga y se la puse en su boca, alejándome de él sensualmente hasta mi auto. Tontamente me reí todo el camino de su expresión tan inocente y lujuriosa.

Al llegar a la ciudad me dedique a recorrer sus calles sintiendo las miradas de los hombres y de mujeres también, como la diosa que soy 1.90 en tacones y una fuerte presencia sensual al caminar, recorrí algunas tiendas de ropa comprando solo lo más atrevido.

Hice uso del baño de damas para retocar mi maquillaje, entre con mis dos bolsas y me puse a inspeccionar mis adquisiciones, cuando en un momento clave una hermosa joven estudiante entro con su falda a cuadros y su larga cabellera rubia, me vio sujetando esa ropa intima tan atrevida, por lo que ella se quedo inmóvil, ¿con sus 19 años aun virgen? Me pregunte.

-¿Qué te parece pequeña te gustan? ¿ muy lindas no?
-sí, claro…
-¿qué pasa hermosa? ¿Te sientes nerviosa?
-usted es lesbiana.
-algún problema.
-no,… ninguno.

Rápidamente desvió la mirada y huyo al inodoro, esto no se podía quedar así, saque de mi bolso un condón y lo metí en mi sostén, la perseguí hasta ese inodoro atrapándola justo cuando bajaba sus lindos calzoncitos blancos. Su rostro lleno de vergüenza me miraba, rápidamente metí mi mano bajo su falda y masaje su clítoris, la chica estaba tan caliente que mojo mi mano con su eyaculación femenina en segundos.

-¿en verdad deseas esto?
-yo, no se… lo siento.

La bese y sujete su tetas, ella correspondía mi beso metiendo su lengua en mi boca, la sujete del rostro y ella se aferro a mi trasero. Cuando el beso se detuvo me aleje de ella para levantarme la falda y mostrarle mi pene liberado de la prisión de mis pantaletas, esto no le incomodaba a la chica, de hecho su actitud atrevida la izo cogerlo para devolverme el favor y masturbarme. Acto seguido me dio una mamada a profundidad, comencé a gemir sollozando y mordiéndome los labios, sujetaba su cabello. Entonces separe mi pene de su boca antes de que terminara, recordando que para algo tenía un condón en mi sostén.

Mientras yo me lo colocaba ella se quitaba la blusa, ambas salimos del inodoro, yo la tome de la mano para llevarla hacia los lavamanos, le quite la falda y la sujete de su trasero para subirla a ellos. Metí mi pene en su vagina rompiendo su virginal himen, ella se aferraba a mí con fuerza, gritaba de satisfacción pero la tonta no podía controlarse, tuvo que taparse la boca pero mis arremetidas eran demasiado para alguien tan inocente. En un momento diferente durante la cogida, una señora entro al baño y nos vio follando horrorizada salió corriendo gritando a los cuatro vientos, ambas nos asustamos, recogimos todo y salimos de ahí como alma que lleva el diablo, antes de que le hablaran a algún guardia.

Me puse su mochila de universitaria, ella llevaba una de mis bolsas, me tomo de la mano y yo la lleve hacia mi auto que se encontraba cerca de la entrada, su dulce cara adolescente no me permitía abandonarla, arranque mi auto y huimos juntas.

-¿cómo te llamas?
-Natalia ¿y tú?
-me llamo Jenny, eso fue increíble Nataly.
-fue estúpido si me lo preguntas, oye ¿quieres que te deje en tu casa?
-¿qué te parece si vamos por un helado?
-¿tienes hambre?
-sí, mucha…

Esa chica tenía una mirada picara, no me había dado cuenta que había corrido sin mis pataletas hasta que ella me las enseño, jugaba con ellas frente a mí, acto seguido y sin poderlo evitar se agacho para mamármela de nuevo, me quito el condón y me izo correrme de lo lindo en su suave boca. Mi líquido de amor término en su rostro en un poderoso orgasmo, en el primer semáforo en rojo aprovecho para besarme y pasarme todos mis fluidos, mientras desde una camioneta toda una familia observaba nuestro acto obsceno.

Mi polla quedo flácida y Jenny recordó en ese momento que tenía que irse a casa a hacer la tarea, por lo que tuve que llevarla. Su madre me vio llegar con ella, no tuve más remedio que saludarla y mentirle diciéndole que era la maestra de Jenny de la clase de canto y vaya que su hija hacia un trabajo excelente con su garganta.

Jenny se despidió de mí de un beso en la mejilla, aun tenía el aroma de mi semen, me dejo su número en una nota de su cuaderno y por fin pude irme después de un momento tan bochornoso.

Tenía pensado apartar un hotel para esta noche, pues mi cita seria el plato fuerte.







les desea humedas noches su amiga Nataly Volk


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